Ya conoces los secretos de la dieta disociada. A partir de ahora nuestro objetivo es que captes cómo hacer una dieta que, en principio puede parecer compleja, pero que resulta altamente eficaz para adelgazar.
La dieta disociada no se basa en ir contando calorías sino en encontrar el equilibrio entre ácidos y bases, adaptándose a las normas de la digestión.
Las Reglas de la Dieta Disociada
Los tres grupos de alimentos de esta dieta son proteínas, glúcidos y grasas que jamás comeremos juntos en la misma comida. Esta es la regla principal y aunque es complicado dar con alimentos que solo tengan un grupo de los mismos, se deben evitar las comidas donde estén presentes todos.
Un análisis pormenorizado de sus reglas nos indica que:
- Nunca mezclaremos alimentos ricos en hidratos de carbono con otros ricos en proteínas.
- No mezclaremos grasas con hidratos de carbono.
- Tampoco mezclaremos los diferentes tipos de hidratos de carbono entre sí.
- El azúcar se eliminará de nuestra dieta o al menos será sustituida por edulcorantes.
- No se tomarán refrescos (salvo que sean light) ni mucho menos alcohol, que está totalmente prohibido.
- La fruta se tomará separada del resto de alimentos, salvo la manzana, y preferentemente a media mañana o a media tarde.
- Las nueces se consumirán solas.
- Hortalizas y legumbres podrán mezclarse con el resto de alimentos en general.
Ejemplos de disociación de alimentos
Si te preocupa no saber combinar de un modo correcto los alimentos, verás como el mero hecho de que pases unos días haciéndolo, te valdrá para conocer todos los secretos de la disociación de los mismos. Vamos a partir de los siguientes ejemplos:
1. Un filete de carne
Como bien sabes la carne contiene grasas y proteínas. Como solo está permitido que disocien mal 2 de los grupos, el tercero tendrá, o bien que carecer de nutrientes del tercer grupo, o bien que ser neutro.
2. El acompañamiento
Siguiendo con el ejemplo anterior, es posible que te pueda surgir la siguiente pregunta: ¿con qué podrás tomar este filete de carne? La respuesta es sencilla: con verdura, puesto que que casi no contiene hidratos de carbono, los cuales constituyen el tercer grupo que no puede ser mezclado.
3. Fruta
La fruta irá siempre acompañada de un café o un té más una rebanada de pan integral, a la que podremos añadir una pizca de tomate, aceite y sal. Estos dos últimos ingredientes se toleran al cocinar, pero con moderación.
Una buena dieta disociada hará que te olvides un tiempo de los hidratos de carbono, en especial de los que llevan azúcar. Dulces de todos los estilos deben ser esquivados, pues debes tener en cuenta que incluyen nutrientes de los 3 grupos: hidratos simples, que son los peor considerados, multitud de grasas y glúcidos.
Los glúcidos no hay que evitarlos del todo, pero hay que procurar tomar los procedentes de las frutas y a poder ser en desayunos o a media mañana.
En aquellas ocasiones en las que no puedas resistir la tentación de probar algo dulce, toma un par de onzas de chocolate negro, cuya pureza en cacao debe alcanzar al menos el 70%. Eso sí, separa su ingesta de la del resto de alimentos y procura que hayan pasado al menos dos horas desde la última vez que comiste.
Para facilitarte aún más las cosas, te vamos a proponer algunos menús disociados que puedes seguir.
Menús de la dieta disociada
Desayuno
A media mañana
Comida
Merienda
Cena
A lo largo de todo el día deberás beber alrededor de 2,5 litros de agua.
Así un ejemplo de menú sería:
- Desayuno: cereales con yogur bio o con leche, café, infusión o té.
- Media mañana: yogur bio con muesli, café, infusión o té.
- Almuerzo: alitas de pollo al horno acompañadas con verduras.
- Merienda: infusión o yogur bífidus.
- Cena: anillas de calamares con guarnición de coliflores rehogadas.
En definitiva como puedes observar la dieta disociada es una opción que no resulta cara y cuyos menús son sencillos de elaborar. Compleméntala con actividad física diaria y ¡prepárate para lucir palmito!
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